Los datos globales de la economía muestran que en los últimos dos trimestres estamos danzando alrededor de la recesión. Cada nuevo día parece confirmar el riesgo de una contracción económica. Los datos de inflación de septiembre en muchos países, como también en México, se mantienen elevados y los bancos centrales están respondiendo con incrementos adicionales en las tasas de interés. La FED ha anunciado futuros incrementos considerables en la tasa de interés, para llevarla a principios del próximo año cerca del 4.0% (más del doble que el promedio del 2021) y mantener la inflación cercana al 5%. Estos movimientos seguramente serán espejados por Banxico.
Por otro lado, hay otros retos macro afectando la economía global: los cierres en China, continúan los problemas en la cadena de producción y de suministro, la guerra Rusia-Ucrania, potencial conflicto China-Taiwán. Y aún están presentes vestigios de la peor pandemia de los últimos 100 años.
Las altas tasas de interés van a enlentecer el crecimiento de la economía global, y la recesión se convierte en una posibilidad real, con todos los riesgos que ello significa en el consumo, desempleo, inviabilidad de los negocios. Todavía vienen situaciones difíciles.
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