Las organizaciones han enfrentado un año retador en 2022 y ahora 2023 se perfila como un período innovador marcado por el rediseño de los sitios de trabajo y de la forma de trabajar.

Este año el mercado laboral ha enfrentado una revolución importante en la que le ha tocado reinventarse sobre la marcha para lograr que los colaboradores vuelvan a las oficinas con el fin de mantener la conexión humana y la cultura empresarial. Este es el reto que enfrentan las empresas de cara al nuevo año.

La conectividad ha sido la clave en 2022 para las empresas, pues la pandemia aceleró muchos procesos y adelantó el futuro y en eso no hay vuelta atrás. La flexibilidad es la otra clave del regreso a las oficinas porque luego del tiempo de pandemia los colaboradores buscan esa flexibilidad para lograr el balance entre la vida laboral y la familia.

Estudios han señalado que la mayoría de los colaboradores ven ahora a las oficinas vinculadas estrechamente a un tema de integración y además señalan que están dispuestos a volver a las oficinas siempre y cuando los espacios los hagan sentir cómodos y motivados.

En el pasado, entonces, quedan los puestos fijos y los lugares cerrados para dar paso a una distribución más estratégica de los espacios con 40% destinado al trabajo individual, cerca de 30% al trabajo colaborativo y 20% a espacios informales y de dispersión.

La tecnología fue la protagonista este año y lo será aún más en 2023. Los colaboradores exigirán rapidez y sostenibilidad en las conexiones de internet y suficientes conexiones eléctricas. Una iluminación inteligente será clave para completar las exigencias de conexión en los espacios de trabajo.

Tendencias para 2023

Con miras al nuevo año, y tomando en cuenta los cambios que ya se han producido las organizaciones deberán tomar algunas acciones para la transición a la vuelta física a las oficinas. Y lo primero será el redefinir el papel que tendrá la oficina en la dinámica de los equipos de trabajo: porcentaje de presencialidad, para qué será necesario asistir a las oficinas con el fin de elaborar estrategias que motive y cubra de las expectativas de los colaboradores.

La segunda acción entonces será elaborar las pautas para el trabajo desde casa y el trabajo presencial, esto con el fin de evitar confusiones sobre los momentos precisos en los que la presencialidad será requerida, sobre todo pensando en la necesidad de mantener la cultura organizacional.

No hay duda de que la oficina y el trabajo tal cual como lo conocíamos se ha ido. Hoy se les presenta a las organizaciones la oportunidad de rediseñar el dónde y el cómo se va a trabajar, fomentando culturas solidarias, innovadoras, productivas y saludables.