Los seres humanos son seres emocionales y ninguno puede tener el mismo humor las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Las empresas deben tomar en cuenta este factor.
Entre los factores que pueden afectar a las personas en su desempeño laboral se encuentran las emociones, que sin duda pueden afectar el comportamiento de los colaboradores, su rendimiento laboral, habilidades para tomar decisiones, el trabajo en equipo y su productividad.
Los seres humanos son seres emocionales y comunican sus emociones constantemente, quieran o no. Y la emoción aparece en el lenguaje corporal, en la elección de las palabras y hasta en el tono de voz.
Según muchos expertos y diversos estudios realizados a lo largo de los años no es posiblemantener las emociones fuera de la oficina y pues la empresa debe esforzarse por comprenderlas y aprovecharlas, si es posible.
Comprender las emociones
La psicología considera la existencia de ocho emociones principales: ira, miedo, asco, sorpresa, tristeza, confianza, anticipación y alegría.
Por ejemplo, las emociones más comunes que las personas expresan trabajando en equipo para el desarrollo de un proyecto son la confianza y la anticipación, valoradas como señales positivas de la productividad. Cuando los equipos confían entre sí y esperan con entusiasmo las tareas que deben hacer, todos están muy motivados para hacer un gran trabajo.
La sorpresa y el miedo se muestran a través de la incertidumbre y el desconocimiento sobre ciertos temas, eso también produce inseguridad y preocupación. Este tipo de emociones son naturales para el trabajo en equipo, puesto que a medida que éstos trabajan, descubrirán nuevos retos a los que hacer frente. Sin embargo, cada vez que surge un desafío, este debe tomarse como una nueva oportunidad de crecimiento.
Por otra parte, la ira también sale a relucir en los proyectos que se desarrollan en equipo. Según diversos análisis, los colaboradores pueden experimentar esta emoción negativa durante el 16-30% de su tiempo de trabajo.
No existe ningún humano que pueda tener el mismo estado de ánimo las 24 horas del día, los 7 días de la semana los 365 días del año. El ser humano para por diferentes fases emocionales y son muchos los factores que pueden afectar sus sentimiento. En este sentido las empresas deben centrarse en las experiencias individuales de los colaboradores y los factores que influyen en la vida laboral diaria.
A medida que los profesionales de recursos humanos adaptan sus estrategias de compromiso a la experiencia del colaborador individual, deben tenerse en cuenta que las relaciones humanas tienen un efecto profundo en las emociones que las personas experimentan en el trabajo y el impacto del compromiso de los colaboradores en el rendimiento.
Emociones positivas que afectan al rendimiento laboral
1.- Confianza. En las organizaciones es la base de su cultura. Cuando la confianza en una organización es alta, los colaboradores innovan más, trabajan de manera más productiva y tienen niveles más bajos de estrés.Cuando las empresas hacen de las relaciones el centro de la estrategia de compromiso de sus colaboradores, la confianza fluye libremente y fortalece los lazos del equipo.
2.- Felicidad. La felicidad de los colaboradores contribuye al impacto de su compromiso en el rendimiento. Los líderes que abogan por las relaciones laborales muestran a sus colaboradores que priorizan y valoran su bienestar.
3.- Pertenencia. Pertenecer es la necesidad de sentirnos conectados con otras personas. Cuando la pertenencia está ausente, la salud mental sufre. Las personas que se sienten fuera de lugar no sólo muestran niveles más bajos de felicidad y adaptación, sino que también son más propensas a las enfermedades mentales y físicas. En este sentido, las relaciones humanas son la clave del sentido de pertenencia. El sentido de pertenencia producido por las relaciones humanas en el trabajo es beneficioso para el bienestar de los colaboradores y para su actitud general hacia su experiencia laboral.
Emociones negativas que afectan el rendimiento laboral
1.- Ira. El enfado en el lugar de trabajo puede ser el resultado de la frustración, los conflictos interpersonales con jefes o compañeros y el trato injusto. Una clave para manejar la ira en la oficina es alejarse de la situación y dejar que ésta vaya disminuyendo poco a poco.
2.- Miedo. Puede resultar desconcertante pensar que el miedo podría ser una emoción común en el lugar de trabajo, pero el riesgo de perder un trabajo puede provocar esa incertidumbre. Mantener el currículum actualizado y seguir formándose para ampliar los conocimientos pueden ayudar a mantener a raya ese miedo, que en la mayoría de ocasiones puede ser ficticio..
3.- Preocupación. Si un colaborador se siente preocupación por tareas inacabadas (estrés relacionado con los proyectos de oficina y los plazos), o porque de alguna manera ha ofendido a un compañero (estrés personal), la preocupación, aunque parezca contradictorio, puede ser una fuerza positiva y motivadora. La mejor manera de eliminar la preocupación es cumplir (o exceder) las demandas y tomar medidas para reparar los conflictos interpersonales en el lugar de trabajo.