El líder debe saber el cuestionamiento correcto que le debe hacer a su equipo en el momento correcto para poder motivarlos al logro de la meta común. Es una verdadera herramienta de coaching.
Parte de ejercer un buen liderazgo es el manejar información sobre tu equipo. ¿Cómo se sienten? ¿Qué los motiva? ¿Qué les estorba? ¿Cómo es posible comprometerse más con determinado proyecto? Es importante que en tu equipo la comunicación fluya para que puedas convertirte en un líder exitoso.
Pero no se trata de hacer cualquier pregunta. Se trata de aquella pregunta poderosa que se debe realizar en el momento preciso. De hecho, una pregunta poderosa es aquella que invita a la reflexión, que promueve una respuesta y finalmente lleva a tomar una acción. Por esta razón, una pregunta poderosa es una herramienta que facilita la transformación.
Y es que, sin duda, esa pregunta poderosa hecha en el momento preciso suelen ser reveladoras, pues la reflexión sobre la respuesta ilumina un camino y se convierte en una guía para salir de los laberintos en los que muchas veces quedan atrapadas las personas de un equipo.
La clave del uso de la pregunta poderosa la debe manejar un buen líder quien debe aprender a formularla en su dosis justa y buscar que sea motivadora.
Una forma de que la pregunta poderosa sea una herramienta de coaching es que cada pregunta se enfoque en la solución. El líder, entonces, debe elaborar la pregunta poderosa con alternativas de soluciones.
Algunos ejemplos de preguntas poderosas son las que indagan sobre el futuro que quiere construir la persona, o las que promueven el cambio llevando a la persona a salir de lo que hace para crear algo distinto, o las que llevan a establecer la próxima acción y ayudan al equipo a salir del atasco en el que están.
Veamos un ejemplo:
- ¿Quién es el responsable?: La pregunta está centrada en el problema, no promueve solución.
- ¿De qué forma podrías resolverlo?: Pregunta poderosa que presenta opciones y se centra en el sentido de utilidad y aprovechamiento del potencial para resolver problemas. La mirada está en la meta
La idea es formular preguntas poderosas que eviten respuestas basadas en miedo y más enfocadas a la acción, lo que es verdaderamente clave para ayudar a la persona o al equipo a moverse en el sentido del logro de sus metas.