Una empresa que se enfoca en su crecimiento necesariamente tiene que plantearse una planificación estratégica que la lleve a definir su visión. Misión, valores y objetivos. Adicionalmente una eficiente planificación estratégica facilita la toma de decisiones oportunas y reduje el margen de improvisación.
La planificación estratégica es una herramienta clave de gestión que consiste en estudiar, definir y ejecutar el camino que debe seguir una estrategia para crecer. Se trata de un proceso complejo y de gran impacto que involucra: analizar las operaciones, considerar los recursos disponibles y planificar cómo enfrentar los desafíos internos.
Como todo proceso cuenta con unas fases que se deben cumplir de forma rigurosa:
1.- Diagnóstico actual:
Es fundamental partir de un conocimiento total de la situación actual. Se puede elaborar una matriz de FODA: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas.
2.- Identidad organizacional:
Una vez desarrollado el diagnóstico de la situación actual de la organización, se abordará la siguiente etapa: definir la identidad de la empresa o redefinirla en caso de que ya exista.
La identidad organizacional está basada en tres pilares clave:
- Misión (propósito de la empresa);
- Visión (proyección de la empresa a futuro);
- Valores (criterios éticos y morales de la organización).
La misión responde a preguntas como:
¿Qué hace la empresa?
¿Cuál es su razón de ser?
¿Quiénes son sus clientes?
Asimismo, la visión atiende a cuestionamientos sobre cómo será la organización a largo plazo.
Finalmente, los valores servirán como guías de acción para todos los miembros de la empresa en el presente y el futuro.
3.- Análisis del entorno:
Identificar las tendencias y situaciones que han incidido en el desarrollo de la empresa.
Aquí se considera elementos de interés a detalle como los clientes, los competidores y la relación con los proveedores.
4.- Objetivos estratégicos:
Se trata de los resultados concreto que la empresa desea conseguir para asegurar su crecimiento y sostenibilidad en el tiempo. Por lo tanto estos objetivos deben acompañar el desarrollo de la compañía y deben ser específicos, medibles, realistas, viables y deben tener un tiempo determinado.
5.- Plan de acción u operativo:
El plan de acción o plan operativo está conformado por el conjunto de estrategias que se realizarán para alcanzar los objetivos propuestos. Debe incluir las tareas previstas, los responsables, los recursos disponibles y los diferentes procedimientos a seguir.
Es esencial que el plan de acción esté alineado con la misión, visión y valores de la empresa. Asimismo, debe ser del conocimiento de los miembros de la organización. Una vez preparado y difundido, será el momento de ponerlo en práctica.
6.- Seguimiento:
Es indispensable hacer un seguimiento contacte a la ejecución del plan para verificar que el plan pueda cumplir su objetivo. De esta manera se puede detectar si requiere ajustes profundos a la aplicación de nuevas estrategias.
Ventajas
La planificación estratégica a porta importantes beneficios a una empresa.
En primer lugar ofrece a los gerentes orientación para realizar sus actividades efectivamente. La planificación constituye un esfuerzo coordinado que se realiza con el fin de cumplir objetivos y hacer realidad diversos propósitos organizacionales. Establecer metas y escoger la mejor manera de alcanzarlas es la función principal del planeamiento, además de diseñar las actividades y procesos a seguir para la consecución de dichas metas e identificar las personas encargadas que emprenderán las acciones correspondientes.
No importa el tamaño de la organización, la planificación implica un mejor desempeño.
A continuación se enumeran algunos beneficios de la planificación estratégica:
- Mejora la coordinación de actividades: al establecer objetivos, metas y planes de acción claros, se puede mejorar el desempeño de las personas involucradas.
- Reduce la incertidumbre y minimiza los riesgos: realizar un análisis del entorno general antes de planificar permite que la incertidumbre descienda al igual que los riesgos asociados con el desempeño organizacional.
- Aumenta la predisposición y preparación de la empresa a los cambios futuros: si se tiene una idea de los cambios o sucesos que puede pasar en un futuro al día de hoy, se puede preparar la empresa para enfrentar los mismos.
- Mejora la comunicación y genera compromiso y motivación entre los miembros de un equipo de trabajo: involucrar al personal del área en el proceso de planeamiento, genera un compromiso e identificación de los miembros con los objetivos y, por tanto, los motiva en su consecución, fomentando la comunicación entre las partes involucradas.
- Obliga a la dirección de empresa a pensar, de forma sistemática y estratégica: la planificación estratégica obliga a visualizar la empresa como un todo, generando una reflexión sistemática de la adecuación de recursos y capacidades de la empresa, con miras al crecimiento futuro.
- Los recursos disponibles se pueden ajustar mejor a las oportunidades generando niveles más altos de rentabilidad de inversión: la asignación oportuna de recursos y capacidades pueden generar mayor crecimiento y rentabilidad a futuro.